El equipo uruguayense derrotó 85-82 a Ameghino de Villa María en un partido que tuvo un epílogo para todos los gustos.
Justo Catalín fue la figura del juego en tanto que Juan Cruz Frontera terminó como goleador.
El desahogo final en el estadio Paccagnella fue la muestra más exacta de cuánto necesitaba Rocamora volver al triunfo.
Le costó, pero lo consiguió y con muchos méritos en su haber y ante un rival que no se entregó nunca a pesar de haber quedado 14 puntos abajo en el segundo cuarto.
Rocamora no lo pudo cerrar pero con ocho segundos hubo salto y a la salida se dio un claro agarrón de Aristimuño sobre Catalín. Los jueces dieron falta pero todo el estadio reclamó por la antideportiva.
Después de casi cinco minutos de que se revisó la jugada se dio la antideportiva y Catalín no perdonó desde la línea. Como tampoco lo hizo al recibir otra falta tras el saque. Con angustia pero lo ganó y por eso lo festejó Rocamora. Hizo los méritos y finalmente se quedó con el premio.